‘Ola de estafas’ registra la Fiscalía en Ecuador: 14 mil denuncias se presentaron de enero a julio pasados, casi el doble que en el 2020

Delincuencia internet

Por: Jonathan Palma . El Universo

Pedro, como llamaremos a un comerciante de productos para bebés, recibió un mensaje de una persona interesada en su mercadería, particularmente por paquetes de pañales y leche en polvo que publicitó en Facebook, el 19 de febrero pasado.

El interesado llegó a su local, ubicado en la isla Trinitaria, en el sur de Guayaquil, para retirar los productos luego de hacer una supuesta transferencia bancaria. “(Al día siguiente) llamó al Banco Pichincha para corroborar el pago, pero el funcionario del banco le indica que dicho pago no se hizo efectivo, lo que le hizo pensar que había sido estafado”, relató el fiscal de turno, según los registros judiciales.

El individuo vio a Pedro como una víctima fácil. Al día siguiente, le pidió otra remesa, pero el comerciante no se dejó estafar de nuevo. Llamó al 911 y varios policías detuvieron en flagrancia al supuesto comprador y a un acompañante, al parecer su hermano. En la audiencia de formulación de cargos, el juez ordenó el inicio de la etapa de instrucción y concedió medidas sustitutivas a la prisión preventiva para Antonio T. O. y Kiano T. O., a quienes una fiscal se abstuvo de acusar dos meses después.

El 7 de julio pasado, Antonio T. O. fue detenido otra vez, luego de supuestamente engañar a la empleada de una mueblería tras contactarla por una red social. Él se habría presentado como cabo de la Policía y con un supuesto depósito de $ 390 se llevó varios muebles en un camión, según los registros de la Función Judicial.

Estos dos episodios de perjuicio para el comercio local son parte de las 14.152 denuncias de estafa receptadas por la Fiscalía del 1 de enero al 31 de julio de este año, según sus datos nacionales. Esa cifra corresponde a casi el doble de las denuncias por ese tipo penal presentadas en el mismo periodo del 2020, 8.055.

Según el artículo 186 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), la persona que para obtener un beneficio patrimonial para sí misma o para una tercera persona, mediante la simulación de hechos falsos o la deformación u ocultamiento de hechos verdaderos, puede enfrentar una pena de hasta siete años de cárcel.

El número de denuncias por este delito se ha mantenido a la alza, sobre todo en el año anterior y en lo que va del 2021, por la pandemia, que potenció el comercio electrónico y la modalidad de entregas a domicilio, según expertos.

En el 2018, la Fiscalía registró 14.413 querellas; en 2019, 17.090; y, en 2020, 18.460. Pichincha, Guayas y Manabí son las provincias que registran más denuncias. En Pichincha, por ejemplo, se han presentado 4.304 denuncias en siete meses. Kerly, una mujer quiteña de unos 40 años, denunció haber sido estafada por una persona que la contactó por un anuncio, en la tienda digital OLX, que publicó para vender una laptop. “Envió a un supuesto trabajador que era ingeniero informático. Me envió el comprobante del depósito. El señor depositó, pero un cheque de una chequera robada”, contó Kerly en el muro de su perfil de Facebook.

Una estafa similar fue denunciada el 22 de julio pasado por Esther –identidad protegida– en la Unidad de Flagrancia del Cuartel Modelo, en Guayaquil. La mujer perdió una máquina de coser industrial: “Una persona que se identificó como ingeniero me llamó para decirme que había realizado el depósito de los $ 650. Me envió una fotografía del recibo. Me dijo que como no podía ir enviaría a una empleada. Yo le contesté que solo le iba a entregar una máquina (de las dos que vendía) porque no había confirmado si el cheque se había hecho efectivo”.

El 21 de julio anterior, horas después de la estafa, el banco le comunicó a Esther que el cheque no tenía fondos.

El fiscal de Flagrancia Wellington Boni indicó a EL UNIVERSO que estos casos son comunes. “Son cheques robados, mal girados, con firmas inconsistentes. Estas personas (estafadores) encuentran la manera para que en la cuenta del vendedor aparezca como si el depósito estuviera en efectivo. ¿Cómo lo hacen? No lo sabemos, quizás con ayuda de gente del banco. La gente se confía, ve que en su estado de cuenta está acreditado y entrega el producto”, señaló el operador de justicia.

Otras modalidades

Boni también enlistó otras modalidades de estafa que se registran con mayor frecuencia. “Ejemplo, llaman a Juan Pérez y se hacen pasar como un familiar: ‘Hola, Juan. Te saluda tu primo Pedro, el que está en Italia’. Y ese señor Juan sí tiene un primo en Italia. Es que le han hecho inteligencia al círculo social. El objetivo de la llamada es para decirle que le va a llegar un regalo, teléfono, ropa, pero él está requiriendo dinero para que él pueda, supuestamente, hacer el envío. La gente se emociona y termina haciendo giros a otros países”, contó.

En este tipo de llamadas fraudulentas también han usado el tema de la pandemia de COVID-19, informó el coronel Walter Villarroel, jefe de la Policía Judicial de la Zona 8 (los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón).

“Envían un mensaje a la víctima por Facebook. Piden el número de teléfono y luego empiezan a contactarte por WhatsApp: ‘Ve, yo tengo a mi hijo con COVID-19. Tuvimos que hospitalizarle. (O) se le ha detectado alguna enfermedad terminal y hay la necesidad de hospitalizarle’. Le dicen que requiere un préstamo de dinero, unos $ 100, $ 200, $ 300”, detalló el oficial, quien agregó que hay otros discursos con los que se asegura que el familiar de la víctima tiene problemas con la Policía o con un agente de tránsito y que para “dejarlo en libertad” el pariente debe depositar una suma.

De enero a julio de este año, 38 personas han sido detenidas por investigaciones de estafa que ha ejecutado la Policía Judicial de la Zona 8, destacó Villarroel, quien explicó que detrás de la mayoría de estos engaños hay organizaciones estructuradas que cuentan con personas conocedoras del funcionamiento de redes sociales, que identifican potenciales víctimas, estudian el entorno social de las personas y crean perfiles falsos para abordar a familiares. Por otro lado, estas organizaciones operan en diferentes provincias y en ciertos momentos del año.

El oficial de la Policía comentó que esta dinámica delictiva hace más complejo el trabajo investigativo para neutralizar estas bandas.

¿Justicia o impunidad?

Este Diario analizó los datos relacionados con el estado procesal de las denuncias de estafa que fueron presentadas entre el 1 de enero de 2018 y el 31 de julio de 2021. Según los registros de la Fiscalía, en sus oficinas receptaron 64.115 querellas relacionadas con estafas. De estas, 168 llegaron a etapa de juicio y registran sentencia condenatoria, es decir, cuando un juez encuentra culpable al procesado después de analizar las pruebas y alegatos. En otros 114 procesos, el magistrado ratificó el estado de inocencia del acusado. En los registros también constan 113 conciliaciones: las partes llegaron a un acuerdo.

En el 2020, por ejemplo, la Fiscalía recibió 18.460 denuncias por estafa. Al 31 de julio pasado, 16.763 continuaban en investigación previa, es decir, un 90 % de las querellas se encuentra aún en fase previa del proceso judicial como tal.

76 avanzaron a la etapa de instrucción, periodo que sirve al fiscal para recabar los elementos de prueba necesarios para sustentar su dictamen y llevar a juicio al sospechoso, de ser el caso. Otras 82 denuncias registran dictamen acusatorio; 10, con dictamen mixto; 34, con dictamen abstentivo y 21 conciliaciones. Así también, 13 procesos presentan sentencia de ratificación de inocencia; y 21, sentencia condenatoria.

En los siete meses de este año, en cambio, se han registrado dos sentencias condenatorias y una de inocencia.

“Por lo general, en los delitos de estafa, la gente no persigue que la persona sea privada de la libertad, persigue a que devuelva el dinero”, indicó Yesenia Hidalgo, jueza de Garantías Penales de Guayaquil. La judicial añadió que ese es uno de los principales motivos para que los procesos no continúen su curso. “Fiscalía inicia una investigación o proceso por un presunto delito de estafa y resulta que ya me pagaron, como ya presioné, no continúa con el impulso de la causa”, señaló la administradora de justicia, quien también refirió que hay procesos en que el fiscal no presenta un caso sólido.

No obstante, el fiscal Wellington Boni refirió que la principal causa para que las investigaciones se trunquen y no lleguen a juicio es la falta de colaboración de la víctima.

“La Fiscalía está obligada a actuar de oficio. Sin importar de que la víctima venga, yo puedo disponer diligencias, pero cuando ya corresponde identificar a una persona o, por ejemplo, en una estafa por medio electrónico, la víctima tendría que proporcionar su usuario y contraseña de su red social para acceder a esa información y ahí la gente no colabora”, dijo. (I)

Claves

Compra segura

Fiscales y policías recomiendan comprar en sitios reconocidos que ofrezcan garantías o reembolsos. Sugieren a la ciudadanía que investigue la legalidad del negocio y reputación, información que está en la web de la Superintendencia de Compañías o Servicio de Rentas Internas.

Venta segura

Ante una transacción que conlleve un depósito o transferencia bancaria, expertos en comercio electrónico aconsejan que se confirme con el banco si se trata de un movimiento legítimo y que el dinero esté en su cuenta de forma irreversible.

¿Familiares en problemas?

La Policía recomienda a la población que tenga precaución al contestar llamadas de números desconocidos: pregunte quién llama, no diga su nombre o algún dato personal. Si la persona menciona alguna situación relacionada con un familiar, se aconseja que se confirme la veracidad de esos datos con ese pariente o uno de sus allegados.

Supuestos préstamos

Autoridades piden a la ciudadanía que evite interactuar con perfiles de redes sociales poco fiables que ofrecen préstamos o donaciones a cambio de un módico pago por concepto de “gastos administrativos”. Hay una alta probabilidad de estafa.

Tomado de El Universo
Foto: El Universo

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