De los 28.995 menores de 19 años contagiados, confirmados y probables con COVID-19, el 20,6 % requirió hospitalización, en el país
5.988 menores de 19 años han sido hospitalizados y 246 ingresaron a unidades de cuidados intensivos. A padres y especialistas les preocupa el aumento de casos.
El primer contagio de COVID-19 en niños se registró a la par que en adultos, en febrero del 2020. Desde ese mes hasta el pasado 21 de abril, el Ministerio de Salud (MSP) reportó 28.995 menores de 19 años infectados, confirmados y probables. El 41,5% se detectó este año.
En marzo pasado se dio el pico más alto de la pandemia, 3.503 casos, y en lo que va de este mes ya son 2.453 nuevas infecciones registradas por el MSP. De los 28.995 contagios reportados en menores, un 20% (5.988) requirió hospitalización y 1,2% (75) fallecieron.
Hace un año, de cada mil casos, 28 eran menores; hoy, de cada mil casos son 65, más del doble. Este panorama preocupa a los padres, quienes llevan a sus pequeños a los hospitales con procesos respiratorios o diarreicos, que pueden confundirse con COVID-19, dengue u otras enfermedades virales o bacterianas, como neumonía.
Los estragos de tres días de fiebre, tos, picor en la garganta, vómito y diarrea le han quitado al pequeño Ezequiel, de 1 año, el brillo de sus ojos, el rosado de sus labios y la energía con la que daba sus primeros pasos.
“El lunes comenzó con los síntomas, pero no sabemos qué tiene. No le han hecho exámenes de COVID-19 o dengue, ni radiografías”, cuenta su abuelo José Caldoso, en los exteriores del hospital Francisco de Ycaza Bustamante de Guayaquil.
El miércoles 21 regresaron a ese centro, porque el niño no mejoraba con el suero oral que le recetaron el día anterior. Después de cinco horas, Karina Caldoso, de 18 años, salió con el pequeño Ezequiel, que no dejaba de toser. “Me dijeron que compre paracetamol y un envase para un examen de heces y le van a hacer de sangre”, contó Karina, preocupada ante un posible caso de COVID-19.
Marco Villamar también salió sin un diagnóstico de su nieta, Sofía, de un mes de nacida, a quien llevó con fiebre y tos. “Nos dijeron que tiene las vías respiratorias obstruidas”, dijo.
“Me dijeron que debían hacerle la prueba de COVID-19, pero dicen que no tienen reactivos. No sé cuándo se la harán”, dijo la madre de una pequeña, de tres años, internada por la inflamación en uno de sus ojos.
No a todos se les hacen las pruebas. “De acuerdo con quien lo requiere, porque también importa si han tenido contacto con alguien sintomático, de dónde viene”, indicó Dolores Freire, infectóloga del Ycaza Bustamante. Ahí se han hecho hisopados a 1.023 niños. El 10% (103) fueron positivos.
En el hospital Roberto Gilbert hubo trece internados los últimos cuatro meses del 2020, y en este año van 41. El 54% de ellos llegó desde marzo, refirió Joyce Andrade, infectóloga de ese hospital, que tiene un niño crítico y tres estables.
“Hemos observado que en estos últimos ingresos hay mucha más afectación a nivel pulmonar. Son niños que más ingresan con cuadros respiratorios, algunos si han tenido que ingresar a cuidados intermedios o intensivos, con neumonías con afectación importante”, apuntó Andrade.
En Quito, el aumento de casos es similar. Daniel Espinel, coordinador de emergencias pediátricas de este centro, indicó que se ha registrado un incremento entre enfermedad moderada y grave en un 20% a 30% en relación con el inicio de la pandemia. Mientras que en Santo Domingo, hay once menores de diez años con COVID-19 positivo, dos de ellos necesitaron intubación en las unidades de cuidados intensivos (UCI), según autoridades sanitarias del Ministerio de Salud. (I)
Tomado de El Universo
Foto: El Universo