Este modelo de negocio provoca que el 90% de las tiendas ubicadas a tres cuadras a la redonda se vean afectadas. 

Punto Noticias.- La libre competencia ha llevado a que los grandes supermercados del país establezcan minimercados en los barrios, provocando que los dueños de las tiendas disminuyan sus clientes y por ende sus ventas.

Para Guido Varela, presidente de la Asociación Red Ecuatoriana de Tenderos, lo único que les queda es establecer estrategias para llegar de mejor manera a sus clientes y adaptarse a la realidad.

En entrevista con Radio Pichincha, Varela comentó que ya es más de un año que este modelo de negocio está en vigencia en Ecuador. Dijo que las tiendas han sufrido un impacto por la intensidad con las que incursiona el modelo de negocio alemán conocido como hard discount (descuentos duros).

También Guido Varela contó que ese modelo fue implementado con éxito en Colombia y que ahora ya está en Ecuador con la agresividad que eso significa.

En Guayaquil este modelo se ha posicionado con más fuerza, no solo afecta a la tienda de barrio, sino a los proveedores, a la gente que es parte de la cadena productiva. La razón es que usa marcas propias y eso hace que los precios se reduzcan. Por ejemplo, el costo de una lata de atún de marca propia varía con el que se vende en una tienda. Incluso, el costo es por debajo del precio fijado de venta al público. Esta situación ha provocado que algunas tiendas cierren o se reduzcan las ventas.

Al ser consultados sobre cuántas tiendas han cerrado o cuánto se ha perdido, prefirió no mencionar ese tema por no contar con cifras. Lo que sí afirmó es que bajo ese modelo de negocio es difícil competir, aunque aseveró que no imposible siempre y cuando se entienda la realidad.

Además sostuvo que lo mejor es trabajar en la profesionalización de la tienda de barrio y puso como ejemplo lo que sucedió en la pandemia, cuando los tenderos se multiplicaron y se reinventaron para llegar con alimentos hasta las puertas de los hogares.

Aunque Guido Varela explicó que, al multiplicarse en pandemia, las tiendas tampoco fueron rentables, ya que los mismos ingresos que ganaban antes las dos tiendas que habían fueron repartidos con los otros negocios.

Pero ¿qué significa entender esa realidad? Varela expuso que a los tenderos les toca ajustarse a los “nuevos jugadores” que si bien tienen ventajas para las amas de casa que pueden escoger los productos, no tienen esa cercanía como les brinda una tienda de barrio. En ese sentido, señaló que se va a trabajar en brindar un trato especial al cliente.

Para Varela, la gran ventaja de la tienda es la cercanía con el vecino, el servicio al cliente. Subrayó que, en Quito, principalmente, existe un trato especial al usar el término de vecino o vecina.

Al ser una tienda de barrio cercana a la gente mencionó que los dueños de los negocios pueden anticiparse al tipo de producto que necesita su clientela y la calidad que busca.  Agregó que a veces se usa el fío, aunque no lo aconsejó.

El representante de los tenderos añadió que como parte de una profesionalización es indispensable conocer las coas que no va a hacer el competidor.

Para salir a flote con las tiendas sugirió la capacitación, la profesionalización y acotó que eso se consigue tomando en cuenta un correcto manejo de inventario, contando con conocimientos de marketing y manejo de redes. Todo eso dijo es parte de un programa de formación continua que va de la mano con las fábricas de consumo masivo para capacitar al tendero.

¿Cuántas tiendas existen en el país?

A escala nacional hay 130 000 tiendas de barrio, pero 22 000 tenderos están registrados en la Asociación, que nació en 2014 con la intención de que los tenderos y los proveedores tengan un mayor contacto para la ejecución de sus negocios.

Para el 2024 se tiene previsto realizar una Expotienda, ya que si bien se iba a hacer este año fue suspendida por el tema de las elecciones. Sin embargo, esperan contar con el apoyo de las autoridades nacionales y seccionales para que se entienda que los tenderos son parte de la economía del país. Al momento, la Asociación está adscrita al Ministerio de la Producción.

Asimismo manifestó que cuando se cierra una tienda no solo se acaba el empleo y el modo de supervivencia de una familia de cuatro personas, sino de quienes son parte de la cadena productiva.

Precisó que son medio millón de personas que viven de manera directa de una tienda de barrio.

Manifestó que es necesario adaptarse a la realidad porque es muy rápida, pues cuando los grandes supermercados abren sus minimercados en los barrios, el 90% de las tiendas a tres cuadras a la redonda se ven afectadas.

Es por ello que, para agosto o septiembre, se prevé hacer un evento del Tendero del Año, algo similar que se hace en Perú con el Bodeguero del Año.

Tomado de Pichincha Comunicaciones – Foto: Pichincha Comunicaciones