San Gerardo: Artesanías en cabuya y totora

San Gerardo es una parroquia situada a 10 minutos de Guano, en la provincia del Chimborazo. Este lugar es un ícono de desarrollo turístico y artesanal el cual, a través de las manos laboriosas de sus habitantes, se ha convertido en un centro abastecedor de productos que luego son comercializados en diferentes mercados de la provincia y el país.

Unas de las características de los habitantes de Guano y San Gerardo es dedicarse a la artesanía manual de la cabuya que tiene su origen en la cultura Puruhá.

La cabuya es cortada y depositada en cochas o piscinas, por alrededor de unos cinco días; posteriormente pasa a secarse, se le machuca y nuevamente es secada, siendo esta la materia prima para empezar a tejer o darle forma a la elaboración de sogas, cabestros, jaquimas, alpargates, cinchas y mantas para el embalaje de diferentes productos que iban generalmente a Panamá.

La disminución en su producción, en estos últimos tiempos, es notoria, principalmente por la presencia de fibra sintética. Sin embargo, aún subsiste la industria de la cabuya que se utiliza como materia prima para la confección de hamacas, pisos y mantas especialmente en la provincia de Imbabura.

Otra de las actividades de la zona, es la producción de artesanías en totora, materia prima para la confección de las esteras de diferentes tamaños y calidad, con un uso similar al de las alfombras, aventadores y atractivos adornos disponibles para turistas.

Los instrumentos utilizados para el proceso de elaboración son la totora, una piedra aplanada y una estaca de madera. Para producir una estera a una persona le lleva dos horas, y se puede realizar de cuatro a cinco esteras por día.

Esta pequeña industria se conservó durante la república y se mantiene hasta hoy. Son muchas las familias que se dedican a esta actividad, especialmente mujeres y niños.

Se confeccionan también los aventadores y últimamente debido a que los artesanos han recibido alguna capacitación, especialmente de técnicos de la provincia de Imbabura en coordinación con el Municipio de Guano, sobre el tratamiento y manejo de la totora, están confeccionando ciertos adornos como llamas, canoas, canastas, paneras, individuales, entre otras figuras, que son más fáciles de confeccionar y proporcionan una mejor remuneración que las artesanías tradicionales.

El tiempo que emplean en confeccionar estos adornos va de 30 minutos a 2 horas, dependiendo del tamaño y dificultad de la figura. Su precio oscila entre 1 y 20 dólares que es mucho más rentable que las esteras que cuestan $1. Los productos elaborados los venden en los propios talleres, pero mayoritariamente los sábados en las ferias de la Plaza Dávalos y San Alfonso en Riobamba.

Por su textura firme y tosca, la totora es perfecta para moldear esculturas vegetales, muebles, cestos, adornos y otras artesanías. De hecho, estas mismas propiedades vegetales eran aprovechadas para la elaboración de implementos para el hogar antes de la destrucción de los productos plásticos.

San gerardeños al día, cuando el emprendimiento vence a la adversidad

En estos tiempos difíciles la valía de los emprendedores sale a flote. Desde hace varios años, sangerardeños han cimentado el legado de sus padres como forjadores de progreso a través de varias labores que le dan una característica especial a este bello paraje enclavado en los andes ecuatorianos.

Desde la ancestral manufactura de las esteras, petates, sogas, hilanderías, mantas, canastos a través del uso de fibras naturales (totora, cabuya, carrizo), hasta potenciar el desarrollo agrícola y pecuario con la implementación de mejoras en el cultivo (plantaciones de limón, frutilla, mora, y cuidado de animales a través de cadenas asociativas de producción de especies menores (criaderos de pollos, codornices, cuyes, conejos, cerdos) y la implantación de industria de derivados lácteos dan un matiz encomiable a su diversa geografía que posibilita el trabajo para sus moradores; pero la principal actividad y motor de progreso que se ha desarrollado en estos últimos años es la confección y producción de ropa deportiva, son más de 50 talleres artesanales que cubren la demanda a nivel nacional e incluso fuera de nuestro país. Las hábiles manos sangerardeñas van dando forma y atención a los más exigentes gustos de los clientes, sin dejar de lado el uso progresivo de la tecnología; incluso en el rescate del campo artesanal; cada vez deben renovarse por la creciente exigencia actual.

Las características del sector, con variados paisajes, fuentes de agua y cascadas, junto al trabajo de su gente, posibilitará nuevas alternativas de desarrollo especialmente en el ámbito turístico, el agroturismo una fuente inagotable de sabiduría en el centro de los andes ecuatorianos.

Fuente: GAD Guano