El imponente nevado Chimborazo está ubicado en la provincia ecuatoriana del mismo nombre, al nor oeste de la ciudad de Riobamba, Sultana de los Andes. Es la elevación más alta del Ecuador con sus 6310 msnm y es la elevación más alta del planeta si se mide su altura desde el centro de la Tierra – El Punto más cercano al sol.
Propios y extraños disfrutan de su belleza y de las inumerables historias, leyendas, tradiciones y turísmo que giran en torno al Coloso.
La aventura es impresionante, no sólo por el transitar sobre estas rutas milenarias sino por estar más cerca del cielo y apreciar los extraordinarios paisajes. Al fondo se observa a la ciudad de Riobamba, tan hermosa desde cualquier distancia.
A medida que los viajeros van subiendo, el clima se vuelve más frío y las características del terreno van cambiando, las nieves del Coloso ya están a corta distancia. La emoción crece.
A mayores alturas se encuentra poca vegetación, sólo existen especies botánicas como la chuquirahua o Flor de los Andes, creciendo con hielo en sus flores.
Los descansos para recuperar el aliento y disfrutar del entorno se hacen más frecuentes mientras los viajeros se aproximan a su destino, las «minas» de hielo.
Los tramos finales despiertan aún más admiración por los «Hieleros del Chimborazo» al conocer y vivir la experiencia de quienes han desarrollado por cientos de años esta actividad. Los caminos se han reducido a pequeños espacios en donde apenas pasa una persona, el viento ha cobrado fuerza afectando la estabilidad de cada paso, el oxígeno empieza a ingresar con dificultad y el frío prácticamente «muerde» a los viajeros.
……y por fin, la tan esperada meta ha sido alcanzada. Los viajeros llegan a las minas de los Hieleros del Chimborazo. Una mezcla de alegría, cansancio, admiración y logro se genera entre los viajeros que han vivido una extraordinaria experiencia.
Los bloques de hielo en las minas son impresionantes. Las piezas del glaciar, variadas en formas y tamaños, se confunden en las paredes y piso de donde descansan los viajeros. Se aprecian los cortes hechos por los hieleros y la paja de páramo que es utilizada para evitar el rápido deshielo de los bloques mientras estos son transportados.
Las sesiones de fotos, las muestras del hielo y las rocas volcánicas se mezclan con las expresiones de alegría de quienes han sumado una única experiencia a su vida. La próxima vez que usted disfrute en los mercados de Riobamba de un jugo o raspado hecho con el hielo del Chimborazo, piense que es mucho más que agua a baja temperatura, es el resultado de una milenaria tradición que se origina en el nevado más hermoso del mundo. GC