Pacientes denuncian crisis en el IESS; las autoridades se encuentran en constantes «procesos de transición»

«No hay medicinas, insumos ni turnos, nos mandan a tomar paracetamol para todo», dicen pacientes. Añaden que aportar toda una vida no ha servido de nada.

Los reclamos y la incomodidad por la falta de medicinas, insumos y turnos no solo se registran en el Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM). Lo mismo sucede en el Hospital del Día Central Quito IESS, ubicado en el centro de Quito.

Los pacientes que llevan meses e incluso años en espera de ser intervenidos, dicen que «aportar toda una vida no ha servido de nada», ya que continúan pagando y comprando con su dinero lo que necesitan.

Al solicitar respuesta a estas instituciones, nos indican que las autoridades se  encuentran en constantes «procesos de transición», sin poner atención ni brindar soluciones a los pacientes.

«Vengo a pedir pastillas porque tengo la presión alta y me dicen que compre afuera, yo pago el seguro. Las chicas que atienden también son bravísimas y groseras», dice Carmen. Ella estaba en la puerta del hospital esperando. No quería irse a su casa con las manos vacías, sin embargo, no tuvo otra opción.

Don Jorge, que también esperaba afuera del HCAM, cuenta que lleva cinco años solicitando ser intervenido por una fístula anal. Su calidad de vida es mala, comenta, y revela que cuando reclama, los médicos le dicen que «hay gente que ha esperado más años».

Con él coincide Gloria. Comenta que su esposo «está días» buscándole a un médico que no aparece para retirarle los puntos de una cirugía. Su bebé tiene convulsiones y cuando acude al hospital le dicen que le dé paracetamol. No lo puede creer.

Otra de las quejas es la atención en el Call Center. Reclaman escasez de turnos y cuando, con suerte, logran conseguirlos son bastante lejanos.

Actualmente, el HCAM se encuentra en un «proceso de transición de autoridades». El último gerente del hospital fue Daniel Rodríguez, quien estuvo al frente hasta el 5 de abril. Él comentó que esta crisis, que es un problema estructural, no solo persiste en los hospitales del seguro social, también está presente en los del Ministerio de Salud Pública (MSP).

Tomado de Pichincha Comunicaciones

 

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