La batalla del 21 de abril fue en Riobamba no en Tapi

Mural de Narea. Descripción de la historia de Riobamba.

Descripción de la historia de Riobamba. Mural de Narea.

Por: Dr. Eudófilo Costales Samaniego

En los últimos tiempos y más concretamente desde 1902, la batalla que libraron las huestes españolas con las patriotas, se ha considerado no como batalla de Riobamba sino como “batalla de Tapi” y esta denominación la traen muchos libros y algunas revistas, en cada año en el que se conmemora este hecho bélico; denominan “batalla de Tapi” no solamente quienes son ajenos al conocimiento de esta acción de armas, sino la mayoría de los riobambeños y entre ellos, aun quienes militan en las filas del periodismo local, hombres dedicados a la historiografía y al quehacer cultural de la ciudad y la provincia.

Ante este hecho insólito, que trata de tergiversar el lugar en el que se desarrolló este suceso histórico al cual los riobambeños debemos respeto y veneración, es necesario dejar en claro la verdad histórica; quizá los riobambeños y el I. Ayuntamiento en los Acuerdos, así como los comerciantes en sus propagandas, en lo posterior, no publiquen “Homenaje a la batalla de Tapi” porque esta denominación no tiene la menor importancia en la historia seccional, ya que solamente por él emprendieron la fuga los españoles después de la derrota que sufrieran en ese domingo del 21 de abril de 1822.

Estudiados con detenimiento los sucesos que ocurrieron a raíz del terremoto de 1797 y la traslación al nuevo asiento de la ciudad de Riobamba, tenemos que afirmar con certeza que la ciudad se asentó en el sitio denominado Agüascate o Rayopamba y que sobre esta llanura estaba la llanura denominada Tapi. Es sabido que nuestros indígenas a una misma comarca, región o sitio, la conocían con diferentes nombres, los mismos que siguieron manteniendo nuestros antepasados para evitarse la molestia de rebautizar los sitios o lugares; tal aconteció con Agüascate, Rayopamba y Tapi y, dentro de esta última denominación, tenemos otros sectores conocidos con otros nombre que, dada la ubicación, causan confusión, cuando han constituido lugares en los que se han desarrollado hechos grandiosos que perduran a través de las páginas de la historia. Esta confusión ha sucedido con la batalla del 21 de abril de 1822. Las acciones de tan memorable combate se desarrollan dentro de la ciudad y terminan al norte, tras la colina llamada “Loma de Quito”, que hoy está urbanizada, pero que para la época debió constituir suburbio de nuestra ciudad comprendido dentro del perímetro urbano, es decir podemos darle otra denominación, puesto que nuestra ciudad se llama Riobamba y no Tapi; además, esta aseveración nuestra, está confirmada con el relato que nos hacen los propios actores de la contienda que abrió el paso para la liberación definitiva de la Presidencia de Quito.

Hemos visto con algún detenimiento, como los españoles consideraban a Riobamba punto neurálgico para la defensa de la ciudad de Quito en la lucha de independencia y por ello, concentraron toda su capacidad bélica para mantenerla en su poder, porque, ubicada como se encuentra en el centro del territorio quiteño, servía de nexo para las comunicaciones del norte y del sur y demás puntos del territorio.

Cuando hacen su arribo las fuerzas libertadoras comandadas por Sucre desde Alausí, los españoles siguen replegándose, para concentrarse en Riobamba y defenderla a toda costa y si entre sus planes tenían la defensa de esta ciudad, que inclusive les llevó a discrepar entre los jefes realistas Tolrá y Aymerich, mal podían presentar batalla apartados y distantes.

Por otra parte, la ciudad apenas estaba en proceso de formación, porque solamente tenían veintitrés años de trasladada de su sitio original y su fisonomía urbanística debe haber sido muy incipiente; la calle Argentinos actual, era un sendero bordeado de cabuyales que servían de cerramiento a las casas pajizas que daban cabida a sus moradores.

Luego de tales consideraciones, tenemos que observar detenidamente que los Partes e Informes de los Generales y Comandantes que actuaron en esa contienda, no nos hablan en ningún momento de Tapi; siempre se refieren a la Villa porque en ese entonces se le conocía con el nombre de Villa de Riobamba, desde cuando se le ocurrió bautizarle con esta denominación al Corregidor de Riobamba, Don Martín de Aranda y Valdivia, con el de Villa del Villar Don Pardo , en homenaje al Marqués Torres de Portugal.

Obelisco a la batalla de Riobamba, parque 21 de Abril

Obelisco a la batalla de Riobamba, parque 21 de Abril

Así mismo, la tradición que es parte importante de la historia y guarda los hechos sobresalientes, aunque los mantenga la historia o se los haya olvidado, ha conservado de generación en generación, que la batalla del 21 de abril de 1822 tuvo lugar en las calles de la ciudad y que su desenlace tras la loma de Quito, por eso es que generaciones anteriores a la nuestra, con toda justicia, en la falda este que da a la ciudad, levantaron una pirámide en homenaje a la fecha y a la acción de armas en la que perpetuaron la memoria de Sucre, Lavalle, Diego de Ibarra y otros héroes que se distinguieron en aquella jornada. Mal podían haberla levantado en Tapi si en este lugar no ocurrió la batalla que nos dio la libertad por primera y única vez, a pesar de que Riobamba, anteriormente intentó se libre por tres ocasiones: la primera, el 28 de agosto de 1809, la segunda, el 11 de octubre de 1810; y, la tercera, el 11 de noviembre de 1820, sin que en estas tres fechas hubiese conseguido lo que tanto anhelaba, su independencia definitiva; apenas fueron brotes de rebeldía, manifestaciones de patriotismo y afán por encontrar la ansiada libertad que se mostró esquiva hasta el 21 de abril de 1822.

Después de la batalla y en el Parte enviado por el General Sucre al cuartel General de Guayaquil, se dice; “el 9 (de abril) nos encontramos frente a esta Villa…” “pero la infantería había ya desocupado la Villa y la caballería protegía su retirada. A poca distancia de la población, el bravo Escuadrón de Granaderos, que había adelantado, se encontró solo improvistamente al frente de toda la caballería enemiga…”

El mismo General Sucre desde Quito, el 30 de enero de 1823, en el Informe dirigido al General Santander, en una parte le dice: “…Pues eran tan exigentes que un día, frente al enemigo en Riobamba en que apurábamos la tropa que comience para dar una batalla…” Y en otra parte del mismo informe, dice: “…En Riobamba los Granaderos, junto con nuestro escuadrón de Dragones tuvieron ese famoso encuentro con toda la caballería enemiga, y la comportación de estos dos cuerpos fue brillantísima…”

Así mismo el General Sucre, en el parte enviado después de la batalla del 24 de mayo, dice: “Después de la pequeña victoria obtenida por nuestros Dragones y Granaderos en Riobamba…”

El Coronel Lavalle, en el parte dirigido al General San Martín con fecha 23 de abril de 1822, le dice: “…El día 21 del presente se acercaron a esta Villa (Riobamba) la Divisiones enviadas por Ud., y las de Colombia…” Más abajo: “…Y observando que los enemigos se retiraban a través de la Villa, (Riobamba) y a la espalda de una llanura me vi repentinamente al frente de tres Escuadrones…”

El Coronel en Jefe A. Morales, en el parte de la batalla del 21 de abril dice en una de sus partes: “…Este bizarro cuerpo reunido a la partida que del mismo obraba en el pueblo, cargó sobre la caballería enemiga con tanta audacia, con tanto orden y con tanto denuedo que apenas hay ejemplo.

El señor Miguel Ángel Albornoz, en su sección “Retablo de Motivos”, publicado el día 27 de junio de 1969, en la página editorial del diario El Comercio de la ciudad de Quito Nro. 23.643, en su artículo intitulado “La odisea de Lavalle”, dice: “… en la acción de Riobamba iniciada por el Coronel Diego de Ibarra, Lavalle se había batido con bizarría y había decidido una victoria que abrió las puertas para el avance hacia Quito…”. Prosigue en otra parte: “Y así llegaron a Bolivia los soldados del terrible juramento con los sagrados despojos del héroe de Riobamba”

Después de esta acción de armas, el Libertador Bolívar comprendiendo su magnitud y la significación que tuvo para la liberación de la presidencia de Quito, al dictar el Decreto en el que otorgaba condecoraciones y recompensas a quienes se distinguieron en el combate, en el artículo 6 dice: “Los individuos de la División del Perú a las órdenes del coronel Santa Cruz, serán reconocidos como ciudadanos beneméritos. El primer escuadrón de Granaderos montados del Perú llevará el sobrenombre de “Granaderos de Riobamba” si el gobierno del Perú se digna confirmarle este nombramiento glorioso”.

Atendiendo este pedido del Libertador Bolívar, el Gobierno peruano creó un escudo de armas que tenía la forma elíptica, fondo de raso azul, orlado por dos palmas blancas, representando los colores argentinos; al medio de las palmas la siguiente inscripción: “El Perú al heroico valor de Riobamba”.

Por su parte, el Gobierno argentino, para perpetuar el recuerdo de la acción de armas de Riobamba, bautiza a una de las principales calle de la ciudad de Buenos Aires, Capital de la República Argentina, patria del legendario Lavalle, con el nombre de Riobamba y nuestra ciudad, en correspondencia a este reconocimiento, denomina como Argentinos a la calle por la que atravesaron los soldados argentinos en la lucha por la libertad el 21 de abril de 1822, nombre con el que hasta el momento actual se la conoce.

Phyllis Marschall y Jhon Crane, en su libro Bolívar, en la página 239, al referirse a la batalla del 21 de abril, dicen: “Aumentadas sus tropas hasta casi 2000 hombres. Sucre venció al enemigo en Riobamba y con gran maña hasta arrojarle sobre una cumbre nos montañosa”

El diario El Universo que se edita en la ciudad de Guayaquil del día domingo 6 de junio de 1971, reproduce un artículo del periodista Martín Allica publicado en “El Clarín” de Buenos Aires de la República Argentina, el mismo que lo intitula “El eco de Riobamba”, en una parte dice: “La victoria de Riobamba despejó la senda para las de Pichincha, Junín y Ayacucho, con las que concluyó la guerra emancipadora”.

En el mismo artículo dice que en Buenos Aires, todos los años se celebra el aniversario de la Batalla de Riobamba del 21 de abril de 1822, que especialmente lo hace el regimiento de Granaderos a Caballo “General San Martín” uno de cuyos batallones se llama Riobamba.

Muchos escritores e historiógrafos de la batalla del 21 de abril, luego de haber estudiado los acontecimientos tal cual se realizaron, especialmente el lugar del acontecimiento, le denominan Batalla de Riobamba del 21 de abril, pero quienes, sin mayor estudio y conocimiento de los sucesos, en forma superficial lo afrontan, hablan de la batalla de Tapi.

Este error ya debe ser rectificado, luego de oír a los mismos actores de este hecho bélico, en sus informes, partes y más documentos, quienes ni siquiera mentan el nombre de Tapi y mucho menos le hacen escenario de la batalla, haciéndolo eso si en el lugar en el que se realizó, es decir en la ciudad de Riobamba.

Al dar nombre distinto del lugar en el que tuvo su realización la acción de armas que nos proporcionó libertad definitiva, están contradiciendo a la historia propiamente dicha, a la tradición y restándole importancia a nuestra ciudad, que constituyó el escenario, el único escenario de tal heroica acción.

Los forjadores de la batalla, los vencedores, nos están diciendo Batalla de Riobamba y mal puede nadie contrariarles, pues consientes de los hechos, no podemos imaginarnos que unánimemente se equivoquen y tergiversen la verdad, para la posteridad, para la historia y para sus conciencias.

Riobamba entregó sus calles amplias para que los vencedores de cien combates volvieran a vencer; para que los cascos de los caballos libertadores arrancaran resonancias bélicas y llevaran a sus jinetes lacia la victoria, hacia la libertad y hacia la inmortalidad; por ello los clarines de abril, siguen anunciando a la patria toda que la batalla de Riobamba, encendió y precedió a la del 24 de mayo, fue la que infundió más valor a los patriotas e inyectó temor y vacilación en los españoles, porque los unos defendían la libertad, el ideal, la vida y los otros, la esclavitud con todos sus derivados.

Riobamba fue el escenario de la batalla del 21 de abril de 1822 y en sus fastos y epinicios, seguirá cantando a través del tiempo y del espacio, este hecho heroico que le llena de orgullo y grandeza y que le supo dar puesto preferente entre los pueblos libres, que siempre han buscado a la diosa libertad, para ponerla en sus altares blancos, que le dio por gallarda y hermosa, el Dios de las naciones.

Tomado de:

Riobamba Independiente, Dr. Eudófilo Costales Samaniego, segunda edición, Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo de Chimborazo, Riobamba 2012, originalmente escrito el 12 de febrero de 1971.

Fotos: G Camelos

Riobamba

Riobamba, cuna de la nacionalidad ecuatoriana

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