Ecuatorianos en Ucrania se refugiarán en búnkeres como última opción; exigen respuesta de Cancillería

Ecuatorianos en Ucrania se refugiarán en búnkeres como última opción; exigen respuesta de Cancillería

Desde temprano, en Leópolis, comúnmente conocida como Lviv, hubo largas filas en los cajeros automáticos. Foto: Cortesía Erick Pacheco.

Largas filas para retirar dinero, personas comprando víveres, otros huyendo desde sus autos hacia la frontera con Polonia son las escenas que hace pocas horas vio el ecuatoriano Erick Pacheco, quien reside en Ucrania.

Él se encuentra en Leópolis, comúnmente conocida como Lviv, a unas ocho o diez horas de Kiev, la capital de ese país. Desde temprano, junto con sus otros compañeros, fue alertado de lo que ocurría: la operación militar de Rusia hacia ese país, en especial en la región del Donbás.

Desde ese momento, Pacheco acudió a la Escuela Politécnica Nacional de Lviv, donde estudia Ingeniería Mecánica, y ahí se refugia. Las autoridades de esa institución mostraron a los alumnos un búnker: en caso de que la situación empeore, tendrían que usarlo.

“Ya no hay vuelos, estamos esperando a que las condiciones mejoren. (Nos dijeron) que compremos un poco de agua, comida y tener documentos a la mano, en caso de irnos del país. Estamos esperando a que Cancillería nos dé información; que ellos agilicen las medidas diplomáticas y hagan algún tipo de convenio para que nos den un paso humanitario. Nosotros no tenemos el acceso a vías libres a otros países. Nuestros padres están preocupados… Acá nos hicieron conocer el búnker en caso de un bombardeo leve; es un poco seguro, está recubierto con muros de concreto enormes”, relata.

Pacheco hace un llamado a la calma a los demás compatriotas, pero que también estén preparados. Él trató de retirar dinero de un cajero automático, pero debido a las largas filas, ya no alcanzó.

En esa ciudad viven cerca de cien ecuatorianos y están analizando, entre sus opciones, usar el búnker o contratar un bus privado para llegar a la frontera con Polonia y esperar “que nos dejen pasar”.

Según el Gobierno, en Ucrania habría 700 ecuatorianos y con algunos ya se han contactado.

El presidente Guillermo Lasso dijo que la Cancillería ha tomado contacto con la mayoría de compatriotas, facilitándoles mecanismos para traslados a países vecinos, como Polonia.

“Están en juego vidas inocentes. Exhortamos a las partes a observar el derecho internacional humanitario y a asegurar la seguridad y necesidades de los civiles. De nuestro lado, estamos trabajando para brindar apoyo a los más de 700 ecuatorianos que se encuentran en Ucrania”, dijo Lasso.

Sin embargo, ni con Erick ni con Sebastián Sánchez, otro compatriota, se han contactado.

Sánchez vive en Zaporozhye, cerca de las ciudades de Donetsk y Lugansk, adonde Rusia envió sus tropas luego de reconocer la independencia de estas dos regiones de Ucrania que desde 2014 están controladas por grupos prorrusos.

“Recibimos esa noticia: que todos tenemos que salir de nuestras casas con pertenencias y venir a la universidad. Estamos buscando que alguien que nos pueda ayudar”, dijo el estudiante de Medicina de la Universidad Estatal Médica Zaporizhia.

Sánchez tiene 24 años y lleva tres viviendo en Ucrania. Ahora se encuentra en la universidad junto con demás compatriotas y extranjeros.

Está junto con trece o catorce personas en una habitación acomodada para dos, máximos tres. “Estas residencias son para los que van llegando, y como todos estamos aquí, nos estamos acomodando”, apunta.

El ecuatoriano espera una respuesta de la Cancillería; de lo contrario, se refugiaría en un búnker, también ubicado en el subsuelo de la institución.

“La universidad nos dio el asilo y la residencia, y tiene su propio búnker: si es que llegase a pasar algo, vamos al subsuelo y estamos ahí. Todos queremos irnos a Ecuador, o a otra ciudad, para alejarnos del peligro; pero, como nuestra Cancillería no hace nada al respecto, entonces, no podemos hacer nada. Hace algún tiempo nos agregaron a unos grupos de WhatsApp diciendo que les demos nuestros datos, información, que si pasa algo van a estar pendientes. Hasta ahora nos siguen llegando los mismos mensajes: que estemos tranquilos, que van a estar en todo, pero no hacen nada”, cuenta Sánchez.

Su familia en Quito está desesperada. “Mi familia está preocupada, triste, llorando”, dice.

Coincide con Pacheco en un llamado a la calma, pero que no se olviden de ellos.

En Zaporozhye viven cerca de 200 ecuatorianos, según Sánchez, quien tiene una maleta pequeña donde guarda ropa, medicamentos y documentos. “Estamos esperando la ayuda”, apunta. (I)

Tomado de El Universo – Foto El Universo

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