A los niños de Palestina

 

 

Por: Gabriel Cisneros Abedrabbo
         22 de diciembre de 2023

 

 

 

DESBARATAR SILENCIOS

Nunca escribí poemas
a los niños de Palestina,
era como que al hacerlo
los volvía a matar,
a desmembrar
su breve transitar sobre las aguas.

Si mis abuelos
no migraban de esa guerra,
seguramente alguien
tampoco escribiría
sobre mí y mi osamenta
desapareciendo
en el silencio de las olivas.

Hoy mi amiga Lucrecia
me dedicó un poema
escrito en memoria
de los niños de Palestina,
me cambio de golpe,
en su gesto la osamenta
no se hacía nada,
renacía en los mítines,
en las horas de radio,
para hacer entender a la gente
que la estirpe
de los que fueron
sentenciados en los hornos
de Auschwitz
hoy están matando,
frente a un enjambre de silencios,
a los niños de Palestina.

Cómo puede un poema
doler de esta manera
sobre todo, en los albores del día
en que nació Jesús
en Belén de Palestina,
cómo se precipita
en los costados la cruz
de los mártires,
niños que nunca pidieron
los misiles, la cárcel y la guerra;
su orfandad de Patria
que está ahí y es robada
mientras frente a un monitor
un soldado aprieta un botón,
ríe, fuma, se embriaga
y sin ver la sangre
a inocentes mata.

Escribo este poema
como pidiendo perdón
a los niños que ya no están
y esperando que alguien
haga algo
que detenga el genocidio
en la Tierra Santa de Palestina.

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